SI OYES “CRRO-CRRO”, MIRA AL CIELO

Durante estas semanas, están pasando por nuestra ciudad bandos de grullas comunes (Grus grus) camino de sus lugares de invernada en diversas zonas de Toledo, Córdoba, Cáceres y Badajoz.

El característico canto de la grulla a modo de trompeteo, nos ayuda a descubrir surcando el cielo, impresionantes formaciones a modo de escuadras simétricas. Se trata de un ave grande y esbelta, con una longitud 96-119 cm. y una envergadura de 180-222 cm., de patas y cuello largos que permanecen estiradas durante el vuelo. En muchos casos estos desplazamientos se producen al ocaso y por la falta de luz, sólo podemos escucharlas.

Según SEO/BirdLife, en los primeros meses de la invernada consume casi exclusivamente bellotas y, una vez agotado este recurso, se emplea en los granos de cereal que quedan en el suelo después de la cosecha, a los que une bulbos, legumbres, lombrices, caracoles y, ocasionalmente, algún pequeño vertebrado. Las bandadas de grullas se concentran en las dehesas de encina y alcornoque del suroeste peninsular.  A la caída de la tarde, abandonan estos enclaves y se dirigen a las áreas utilizadas como dormideros, normalmente lagunas, embalses, campos de regadío o marismas, situados en lugares tranquilos y, en general, no muy alejados de sus áreas de alimentación.

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