En estos días de confinamiento en nuestros hogares para evitar la propagación del COVID-19 organizar las comidas de toda la semana y hacer una compra grande (para 5-7 días) es fundamental para evitar ir a los establecimientos de venta de alimentación de manera innecesaria.
El Ayuntamiento de Segovia lleva años fomentando el COMERCIO DE PROXIMIDAD y calidad en la ciudad y dinamizando el tráfico de clientes hacia los establecimientos locales. Intenta, siempre que sea posible, comprar en la tienda o mercado de tu barrio; están abiertos en estos momentos difíciles, para ofrecernos sus productos. Sabemos, además, que muchos de estos establecimientos están sirviendo la compra a domicilio, a las personas mayores o en situación de riesgo por su estado de salud.
Debemos planificar bien la compra, para evitar el DESPERDICIO ALIMENTARIO. No podemos hablar de alimentación sostenible si no conseguimos reducir el desperdicio alimentario y favorecer su aprovechamiento. El Ayuntamiento de Segovia firmó en el año 2018 el PACTO DE MILÁN sobre Políticas Alimentarias Urbanas; con la firma de este pacto, la ciudad adoptó no solo un compromiso de impulso de una alimentación sostenible y saludable para su ciudadanía, sino también un marco de trabajo con los habitantes y colectivos de la ciudad. Para conocer más detalles sobre los pasos seguidos en este sentido en nuestra ciudad, puedes consultar la página de http://www.alimentasegovia.es/
Además, cuando compramos, debemos de tener presente el mantener una DIETA EQUILIBRADA; hacer una compra grande, pero ORGANIZADA. No debemos comprar mucho, debemos comprar bien. Puedes organizar tu lista por familia de alimentos:
Frutas, verduras y hortalizas
- Frutas: puedes comprar poca cantidad de fruta madura para consumir en los primeros dos días y fruta poco madura para los siguientes. Otra opción, es la fruta en conserva pero en su jugo.
- Verduras y hortalizas: deben ser la base de nuestra alimentación. Debemos consumir al día una ración en fresco (lechugas, rúcula, espinacas, tomate, zanahoria, endivias, cebolla) y otra en cocinado (acelgas, brócoli, coliflor, puerros, pisto, menestra, coles de Bruselas…). Una buena opción, es comprarlas en conserva o congeladas.
Lácteos
- Yogur natural o Kéfir: se recomienda su consumo diario para el correcto funcionamiento de nuestra flora intestinal. Hacemos referencia sólo al tipo natural, no al resto de las variedades saborizadas, aromatizadas, con frutas, etc., pues contienen una cantidad importante de azúcar añadido
- Quesos: consumir preferiblemente queso fresco, para evitar un exceso de kilocalorías innecesarias.
- Leche: de un litro de leche obtenemos 5 vasos. Realiza el cálculo de litros que vas a necesitar. No es necesario comprar en exceso.
Pescado, huevos y carne
- El consumo de carne (3-4 veces a la semana, pero máximo 1 vez a la semana carne roja (ternera, cordero o cerdo), debe realizarse en el marco de una alimentación saludable, eligiendo de forma preferente carnes de aves (pollo, pavo, etc.), conejo y las magras de otros animales como el cerdo, y evitando el consumo de embutidos, fiambres y carnes grasas de cualquier animal.
- Huevos (3-4 veces a la semana) tienen varias semanas de caducidad. Recuerda, en casa deben estar en refrigeración.
- Pescados (2-3 veces a la semana): podemos comprar en fresco para el día que hacemos la compra y congelar en casa o comprar productos congelados. Existen muchos tipos de conservas de pescado, se recomiendan comprar “al natural”.
Legumbres
- Debemos consumirlas de 3-4 veces a la semana.
- Si las compras secas, su fecha de caducidad es mucho más larga.
- Cocinalas con verduras.
Arroz y pasta
- Se recomienda elegir cereales integrales procedentes de grano entero (pasta integral, arroz integral)
Pan
- Una opción es comprar alguna barra de más y congelarla, para bajar cada dos días a la panadería.
- Usar pan tostado.
Evitar los alimentos precocinados y la comida rápida. El consumo de alimentos precocinados (croquetas, pizzas, lasañas, canelones, etc.) y la comida rápida (pizzas, hamburguesas, etc.) no están recomendados en general en una alimentación saludable, y en particular para los más pequeños de casa. Debido a su elevada densidad energética (por su elevado contenido en grasas y/o azúcares), su consumo no está recomendado en general, y por lo tanto tampoco en períodos de aislamiento o cuarentena domiciliaria debido a que pueden aumentar el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y otras patologías asociadas.
La recomendación de ingesta de líquidos es primordial y se debe garantizar el consumo de agua a demanda (según la sensación de sed) o incluso sin dicha sensación, especialmente en persona mayores, garantizando al menos 1,8 litros de líquido al día, prefiriendo siempre el agua como fuente de hidratación.
Además, no debemos olvidar que para que la ciudad funcione correctamente, los hogares deben de seguir haciéndola funcionar. No podemos descuidar nunca, el uso sostenible de agua en nuestros hogares y la correcta separación de nuestros residuos.